Neuralink, de lo ficticio a lo real

Si piensas que la fusión entre una computadora y el cerebro humano es un poco descabellada o se trata de un nuevo capítulo de Black Mirror, es entendible. Pero si supieras que esta idea proviene del creador del auto eléctrico Tesla, Elon Musk, seguro que lo pensarías de nuevo. Aquí comienza Neuralink.

La empresa fue fundada el 2016 por Musk con el propósito de lograr, a través de un interfaz cerebro-computadora (CCI), que personas con parálisis o amputaciones puedan controlar una computadora o celular solo con sus pensamientos. De acuerdo con el New York Times, la inversión del proyecto fue de US$ 100 millones.

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No obstante, ante la preocupación de que la inteligencia artificial supere a la humana, Musk guiaría el propósito de Neuralink a crear una mezcla entre ambas permitiendo incrementar las capacidades de las personas con la tendencia de avances tecnológicos, logrando así competir directamente con la poderosa inteligencia artificial, es decir, como una actualización continua de nuestro cerebro.

El sistema de Neuralink se basa en implantar hilos flexibles de un diámetro de 4um y 6um, con una cirugía al cerebro mediante un robot. En estos hilos se encontrarían los electrodos para recopilar la actividad cerebral necesaria. La información recogida por lo electrodos es transferida a un dispositivo que se ubicará encima del oído la cual enviaría la información a un ordenador o cualquier dispositivo a través de manera inalámbrica o USB.

Un futuro prometedor

Si bien ya existen implantes que puedan leer el cerebro, estos cuentan con un ancho de banda muy limitado. La solución que propone Neuralink es capturar mayor información de un número más elevado de células. Además, al tratarse de hilos más flexibles que de otros sistemas, no dañarían al cerebro cuando estos se desplacen.

Las pruebas solo han sido realizadas en roedores obteniendo un nivel de éxito alto. Sin embargo, según Musk, la empresa estaría en búsqueda de la aprobación de la administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos, regulador para dispositivos de este tipo, para iniciar con las pruebas en humanos a finales de 2020.

Por el momento los objetivos tanto médicos como preventivos pertenecen a una saga de ciencia ficción y es normal que nos genere dudas. ¿Será Neuralink el inicio de una nueva revolución?